15 de mayo de 2008

¡HORROR! Me han invitado a una boda (1ª parte: los preparativos)

Supongo que a cada edad le acompaña determinada vida social. Cuando era pequeñ@, me llenaba de felicidad que mis amiguit@s me dijeran durante el recreo que estaba invitada a merendar en su casa para celebrar su cumpleaños. Un@ se arreglaba con las mejores galas que había en su armario (en mi caso no era difícil, puesto que iba al colegio de uniforme), cogía el regalo que mamá había comprado para el evento y hala, a comer medias noches rellenas de Nocilla y a beber batidos y cocacolas.

Ahora que, irremediablemente, un@ va llegando a una cierta edad, la cosa cambia. Y es que cada vez que veo una invitación de boda en el buzón de mi casa, inmediatamente pienso que no habrá medias noches, ni batidos, ni mi madre tendrá el regalo comprado. Todo lo contrario. Abrir el sobrecito de marras supondrá comer poco, mal y el inicio de una laaaaaaaaarga lista de gastos.

Este año me han invitado a tres bodas. Y cruzo los dedos para que no me inviten a ninguna más porque mis ahorros de desempleada no dan más de sí. Menos mal que Dios, el Destino o loquesea ha querido que dos de las bodas coincidan el mismo día, a mil kilómetros de distancia una de otra. Eso sí, de los regalos no me libra nadie, que son familia.

A la tercera no habrá más cugons que ir, porque es de una compañera de trabajo de mi medio-limón y ya hemos gastado todas las excusas posibles-creíbles durante los últimos cuatro años. ^^

Y es que una boda supone un gasto enorme de tiempo y dinero. Para los novios y para los invitados.

Para empezar, hay que buscar el vestido (ardua tarea si tenemos en cuenta que no siempre el traje que mejor te sienta es el que mejor le sienta a tu cartera. Y viceversa). El viernes pasado di con él. Con MI VESTIDO. Y “sólo” me ha costado tres semanas encontrarlo. Yupiiii.

Ahora tengo que buscar los zapatos, el típico bolso de fiesta (minúsculo donde los haya y que no volverás a usar en tu vida), el chal, el traje para el medio-limón y sacar dinero para los sobres-regalo. A eso habrá que añadir la visita a la peluquería (tinte + cortar + peinar) que he ido retrasando desde hace dos meses para no tener que ir dos veces, los billetes de avión, la noche de hotel y un etcétera tan largo que seguro que me dejo algo.

Total, que a ojo de buen cubero, mi presupuesto para las bodas 2008 ascenderá a más 1.300 €urazos, a saber:
  • Vestido 70 €.
  • Zapatos, chal y bolso minúsculo 60 €.
  • Peluquería 50 €.
  • Traje, camisa y corbata del medio-limón 120 €.
  • Dos billetes de avión hasta Asturias 320 €.
  • Habitación de hotel 90 €.
  • Varios sobres-regalo 600 €.

¡¡¿Vivan los novios?!!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

yo odio las bodas....
mi madre odia os actos sociales y lo hemos heredado mi hermano juan y yo. en cambio a mi padrele encanta todo lo que sea reunion social.
a mi es que las bodas me parecen actos estupidos, vulgares y rollazo. si casi ni voy a la de mi hermana!
y la mania que tienen los novios en celebrarlo con tropecientas mil personas, que a la mitad ni las conocen...

en fin. que lo pases bien
jijijijij

Nada dijo...

Hotel en Asturias no busques, mujer, que te alojo yo :)

Yo ODIO las bodas. Desde que me separé he decidido no volver a asistir a ninguna nunca más, ahora que ya tengo la excusa perfecta. Si me devolvieran todo el dinero que me he gastado en bodas a lo largo de mi vida (incluida la mía) ahora sería rica.

Mi hijo ha cambiado de colegio, ahora viene al mío y afortunadamente estoy yo allí para vigilar si alguien pregente hacerle daño.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Por favor, queremos la segunda parte. Muy bueno Alicia, me encanta.
Enhorabuena

alikia dijo...

La segunda parte está en marcha. El viernes me marcho a Asturias a la primera boda, así que aprovecharé para documentarme ;)

Saludos! Y gracias por leerme!

Aida dijo...

Como ya habrás imaginado, he tardado mucho en escribir. Y eso que de lo de ser invitado a bodas casi nadie sabe tanto como yo, jeje, que el año pasado tuve siete. Este año, sólo una, y eso ya es un decir. Pero apostaría lo que fuese a que me voy a gastar más en esta que en las otras.
Aunque no estoy totalmente segura de eso, ya que el año pasado no tuve que comprarme ropa pero para la de este año... En fin, que ya toca. Que mi vestido negro por las rodillas del Corte Inglés y de sólo 50 € en rebajas, ya ha sido amortizado. Un pasote ¿no?
Aunque contrariamente a lo que puedan decir los demás, A MÍ ME ENCANTAN LAS BODAS. Y aunque no soy de las que llora en todas, me emocionan, sobretodo por dentro, que no soy yo de las de exteriorizar demasiado(por lo menos si puedo evitarlo).
Aunque estoy de acuerdo en eso de que invitar a gente a la que casi no se conoce y demás es un peñazo, al final los novios no disfrutan del momento, y eso es una pena.
A lo que por eso mismo tendría que felicitar a un par de amigas mías, en cuyas bodas sólo hubo, 20 y 50 personas, y porque en la de 50 la familia era muy grande.
A lo demás no se trata de que me gusten las bodas, es que me gustan los actos sociales en general, lo de estar rodeada de gente y esas cosas; aunque muchos piensen que como no soy la juerga padre no me lo paso bien.
Yo también espero tu segunda parte, me ha encantado este.
PD: he estado retirada de la escritura, pero prometo empezar a hacerlo, ya tengo un par de ideas para unas entraditas.
Besitos