11 de mayo de 2008

Niñ@s y... bullying

Hace tres años, tuve muy claro cuál sería el tema de mi trabajo final de investigación para la asignatura Didáctica General del C.A.P.: la violencia en las aulas. Era un tema que me llamaba la atención, por lo poco que se había escrito sobre él, las casi inexistentes cifras reales sobre el asunto y, cómo no, por lo preocupante del tema.

Con el paso de los años el problema de la violencia escolar no ha mejorado. Todo lo contrario. Ahora se ha convertido en un problema tan visible, tan cotidiano, que han proliferado los libros, los estudios y las cifras de jóvenes agredidos. Por suerte o por desgracia, hoy en día todo el mundo sabe lo que significa la palabra bullying. Y la película Cobardes es una buena muestra de ello.



Pero los matones siempre han existido
, pensarán algun@s. Y es cierto. Tod@s recordamos a aquel compañero con el que todos se metían. Sin embargo, el problema es que las conductas que llevan a cabo los escolares de hoy en día son más graves y tienen peores repercusiones para las víctimas. No obstante, según el Defensor del Menor, tres de cada diez alumnos de enseñanza secundaria son víctimas a diario de violencia en el entorno escolar.

Y lo peor es que es un problema de difícil solución ya que familias, docentes, psicólogos y Administración no parecen ponerse de acuerdo en cuál o cuáles son las causas del aumento progresivo de este fenómeno.

Por un lado, (muchas de) las familias culpan a los centros escolares de los comportamientos que tienen sus hij@s. Esto es algo con lo que estoy en completo desacuerdo ya que, en mi opinión, la educación del menor debe darse en el seno de la familia, dejando al docente la tarea de enseñar conocimientos, amén de ejercer como ejemplo de refuerzo educacional.

Otros progenitores, aún aceptando su rol educador, achacan a las condiciones de trabajo actuales el poco tiempo disponible con el que cuentan para la educación de los hijos, atribuyendo, por tanto, al centro escolar la difícil tarea de educar a los menores y mantenerlos entretenidos durante la larga jornada laboral.

Por otro lado, los docentes y psicólogos tampoco se ponen de acuerdo a la hora de establecer una solución al problema. Algun@s profesores se limitan a impartir el temario de su asignatura. No comprenden o no quieren comprender, que su labor va más allá de enseñar Matemáticas o Lengua. No se dan cuenta de que están formando a los ciudadanos del futuro. Se limitan, en muchas ocasiones, a culpar a la excesiva violencia que los escolares ven en la televisión, a lamentarse de la pérdida de autoridad que ha sufrido la profesión docente o a atribuir la violencia escolar a los nuevos modelos educativos impuestos por la Administración.


Y tienen razón, todas esas circunstancias seguramente son parte de la causa del problema pero éste no se solucionará con lamentos o pases de patata caliente. Todos (familia, docentes, psicólogos y Administración) deberían aceptar su parte de responsabilidad y colaborar, entre todos, a que los jóvenes de hoy en día adquieran valores sociales como la cooperación, la tolerancia, la solidaridad, la resolución pacífica de conflictos, el respeto a las normas y a los demás.


La solución no pasa, por tanto, en marginar a los chavales conflictivos en aulas especiales, ni en que los padres pasen mucho tiempo con los hijos, sino que el tiempo que pasen, por poco que éste sea, sea de calidad. Con tiempo para darles cariño y afecto pero también para imponerles ciertos
límites... por mucho que el niño llore y patalee. El todo vale, no vale.

2 comentarios:

noemozica dijo...

creo q secundo todas, y cada una, de las palabras que aquí has escrito... aunq soy de la opinión q esto del matrato escolar, como la violencia de género, o los asesinos en serie, no es nada nuevo, y ni siquiera ha aumentado el problema... simplemente, por un lado, ahora se hace más público y, por otro, en cierto sentido, los medios de comunicación lo han "puesto de moda", y parece q ahora sea mucho más, cuando siempre ha estado ahí. no sé yo si es verdad eso de que los niños se han hecho más crueles... creo q, simplemente, las armas son otras, pero las artes, las mismas... eso sí, el todo vale, está claro q no vale!!

por cierto, recomiéndame, pues, algún libro del estilo...

besos!!

Nada dijo...

Como profe que ve el bullying a diario y en ocasiones se siente impotente a la hora de combatirlo, y como madre de un niño de 6 años que el año pasado sufrió malos tratos de un compañero de su misma edad, me siento muy sensibilizada con este tema. Es terrible la cantidad de niños que sufren este problema y los pocos recursos que hay para luchar contra ello. Debería legislarse para evitar que muchos niños pasen un auténtico calvario en el cole.

Saludos